viernes, 19 de julio de 2013

EL HOMBRE TOXICO PARTE 1ª

No te necesito, estoy harta, no puedo más, me estoy acostumbrando a tu manera de ser, a tus cambios, y me estoy convirtiendo en una sombra tuya: eres tóxico, un hombre tóxico.
La tarde que nos presentaron unos amigos pasaste desapercibido, quizá por mi decisión tomada hacia unos meses, dar un descanso a mi corazón.
 Un amigo mío me lo había recomendado al verme un día llorar y llorar y sin saber porque lloraba. No estaba bien, me sentía sola, buscando un no sé qué, o un no sé cual.
Pasaron varias semanas y nos volvimos a encontrar en una fiesta de verano, típica terraza con farolillos japoneses y antorchas africanas. Y como en todas las películas de amor que se tercie los protagonistas, es decir, tú y yo, nos quedamos hablando hasta que no quedó nadie en la terraza, los farolillos se apagaron y las antorchas perdieron el fuego.
Un rápido intercambio de teléfonos y un “nos llamamos”.
Desde hace tiempo los “nos llamamos” me suenan a aquello de “espérate sentada si piensas que te llamaré”. Al contrario de mis pensamientos a los dos o tres días mí móvil sonó, no voy a mentir y diré que el corazón se me disparó al ver tu nombre en la pantalla. Habíamos pasado una noche muy agradable contándonos nuestras vidas aceleradamente y resumiendo capítulos. Nuestra charla concurrió, como te lo diría, un poco cortante, la verdad es que no me había hecho la mas mínima ilusión que me fueras a llamar y entre que mi corazón iba disparado y que soy bastante retraída para según qué cosas,  solo tartamudeaba palabras inconexas.
Gracias a ti, a tu verborrea barata, la conversación acabó con una cena pendiente el viernes…
Y llegó el viernes, me arreglé con esmero, con un vestido negro sin mangas y unos taconazos que te levantan el trasero más que cualquier otra cosa que anuncien en la Teletienda.
Me pasaste a buscar por casa y ahora me doy cuenta que lo habías planeado todo. Una cena intima en una terraza de la Vila Olímpica, unas copas en un chill-out, y así fuimos cerrando los garitos de Barcelona hasta que se hizo casi de día.
Como prudente que te muestras en las primeras citas, esperándolas venir, me dejaste en casa  y con un beso suave en los labios me volviste a decir las palabras “nos llamamos”. En aquel momento no deseaba el pensamiento que siempre me rondaba la cabeza: “chatina espérate sentada”. Subí a casa y me acosté, pero no sé si era el estado de excitación mental o la Coca Cola ingerida toda la noche no podía mirar dejar de mirar el teléfono. Ni una llamada ni un WhatsUpp, nada. Pero que tonta fui. Tu dormías… Y yo poco a poco me fui quedando dormida hasta que mi móvil hizo el ruido de “Campanilla de Peter Pan” un WhatsUpp…
“la noche de ayer fue estupenda, repetimos hoy?"

http://youtu.be/JJtMD1SS5JI

……..

6 comentarios:

  1. Espero que no nos dejes mucho tiempo con la intriga, que yo me engancho a los buenos relatos y luego no puedo parar!

    Besitos artista!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Prometo no dejaros demasiado tiempo con la intriga del Hombre Tóxico

      Eliminar
  2. Enganche total, me gusta.
    Impaciente por la próxima entrega.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Te encontré por casualidad y quisiera seguir leyendote..lo que no se es como hacer para seguirte!!

    ResponderEliminar
  4. Te encontré por casualidad y me gustaría seguir leyéndote, pero.. no se como hacerlo!!..

    ResponderEliminar
  5. Uyyy..!! ya lo descubrí!! por correo electrónico! Hurra..!!

    ResponderEliminar

Si quieres opinar, este es tu espacio