martes, 20 de agosto de 2013

DE NURIA A QUERALBS. MI GRAN RETO.


Todo empieza con la idea de un amigo, bajar desde la Núria a Queralbs.  Sabía que no sería fácil ya que una ya no es una quinceañera y aunque vaya con asiduidad al gimnasio los años se notan.
Pero cuando digo que voy, es que voy, y lo que se iba a convertir en una excursión para los demás para mí se convirtió en un reto personal al ver todo lo que me esperaba.
“La levantada”: No es fácil levantarte a las 5.30 de la mañana cuando estás de vacaciones, reconozco que no me gusta madrugar, pero no hizo falta que taladrara la alarma, antes ya estaba despierta, me levante y fui a la cocina a preparar el café con el interrogante mental de no saber que me esperaba.
La “expedición” estaba formada por mi pareja Jur,  nuestro amigo Xavi y la que escribe.  A las 6:30 a.m. la expedición ya tomaba rumbo a Queralbs.
Ya en la estación de Queralbs tomamos el  tren cremallera con dirección a la estación de Núria, iba mirando por la ventana, admirando los paisajes agrestes fusionándose con el pino autóctono catalán de hojas negras y frutos pequeños. 

Llegar al Santuario de Núria es ver la inmensidad de un paisaje, el Santuario, el lago, las montañas; El frio de la mañana acompaña y lo desconocido para mí  siempre me inquieta.


Como curiosidad os comento que dentro del Santuario  hay una Olla puesta en vertical dentro de un mueble de madera y con un cojín en el suelo, dice la tradición que si pones la cabeza dentro te quedas embarazada.


Llegó la hora del descenso y antes de empezar os diré que según las indicaciones: hasta Queralbs  hay unas 3 horas de sendero ( en mi opinión para gente iniciada en la montaña), 8 kilómetros de recorrido y 750 metros de desnivel negativo.
Y empezamos…dejamos atrás el estanque y el Santuario. El primer tramo de la ruta baja suave con un suelo pedregoso y húmedo, el día anterior había llovido,  y  con las consiguientes patinazos en las rocas,  y algunos tramos son totalmente empedrados pero bastante anchos.



Las vistas son muy aéreas y si miramos a bajo veremos las Gorgues del río Nuria y sus remolinos que bajan divirtiéndose entre las enormes piedras desgastadas por la erosión del agua. 


Seguimos el descenso hasta llegar a la cascada del Torrent de Fontalba  un inmenso salto de agua,  con vistas a unas impresionantes  a unas paredes de piedra que bajan en vertical con un paisaje de rocas y agreste. En ese momento solo podía pensar que entre el cielo y el suelo había una maravilla.
Llegó el momento de descansar y reponer fuerzas, de las bolsas salió de todo, desayuno gourmet: jamón, fuet (longaniza), salchichón ibérico, pate de jamón, brie, todo buenísimo, hasta que fuimos “atacados” por dos perretes que iban sueltos en compañía de sus amos y no se resistieron a los aromas de las viandas que emergían de las rocas donde estábamos sentados. 


Reprendimos la marcha por un camino vertical muy estrecho (a  duras penas cabe una persona, y he aprendido que en el mundo de la montaña, la gente se ayuda y es muy amable, se saluda, te ofrecen ayuda, en fin, igual que las ciudades que habitamos), como decía el camino baja zigzagueante por la montaña, el camino es piedra y mas piedra que se mueven, lo que te lleva a forzar mucho las rodillas, reconozco que en ese momento pensé en abandonar, y que vinieran a salvarme. Hasta pensaba en quien “encomendarme” para que fuera mi héroe. Me dolía bastante mi rotula ya maltrecha por un accidente de sky y entre la pendiente y  las piedras que no paraban de moverse, lo pasé en ese momento bastante mal.






Al final de este camino nos encontramos con un puente que nos hace cambiar de montaña y durante un rato el sendero se relaja y nos ofrece unas vistas a las vías del Cremallera de Núria viendo pasar los trenes y de paso aproveché para saludar a los ocupantes que me devolvían el saludo. 





No te da tiempo de relajarte cuando una indicación te avisa que te queda aún algo más de dos horas de camino,  y mis piernas ya no estaban para muchas fiestas, pero era un reto que tenía/debía/me había propuesto conseguir.
Seguimos bajando y subiendo, ya que el trazado del cremallera te obliga, y es un camino con mucha roca y los tobillos empiezan a pasar factura.
Por último empezamos el ultimo descenso, a lo lejos podíamos ver un trocito de civilización, la estación del cremallera y el coche.
La travesía  acaba en un camino empedrado donde  ya nos empezó a llover con ganas, y como es una bajada bastante pronunciada que te introduce en el pueblo de Queralbs, entonces pensé que si no me había caído en todo el trayecto (algún resbalón que otro sin importancia)  no me voy a caer en medio de la civilización, las señales del sendero GR11 se acaban, se acaba el camino viejo, el camino que los peregrinos usaban para subir a Núria antes que se inaugurara en el año 1931 el Cremallera de Núria.



Bueno, y esta soy yo. Durante estas horas que duró la travesía tuve dos momentos malos que pensé en sentarme en el suelo y no seguir. Mi reto era conseguirlo, al fin del sendero miré hacia atrás y pregunté desde donde habíamos bajado: desde la montaña que hay detrás de la que ves,  y si lo he conseguí es gracias a Jur y a Xavi  que  tuvieron la paciencia de esperarme cuando mis fuerzas flaqueaban  y me felicitaron al llegar al final de la travesía. Gracias!!!

pd. ¿Qué será mi próximo reto?


4 comentarios:

  1. Madre mía! Felicidades! Me han entrado unas ganas tremendas de urme a Nuria, a mi me encanta andar, de hecho es lo que hago cuando voy a la playa, así que igual tr cojo el testigo y me voy a igualar tu reto!

    Un beso

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    Respuestas
    1. Venga Eli, lo siguiente el Pedraforca, además ya nos conoces a todos. Como en familia.

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  2. Si me prometes un desayuno de ese tipo, prometo intentar cualquier hazaña contigo. ¡Miedo me da pensar cual será tú próximo reto? Besitos

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  3. Y además te prometo llevar a un restaurant que te vas a poner las botas después de la caminata. Y mi próximo reto es el Pedraforca. 2948 metros de altitud.

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